Selección basada en evidencia científica sobre nutrientes que apoyan función cognitiva, plasticidad sináptica y salud cerebrovascular.
Los ácidos grasos omega-3, en especial DHA, son componentes estructurales de las membranas neuronales. Se asocian con menor deterioro cognitivo y apoyo a plasticidad sináptica y perfusión cerebral.
Sus polifenoles atraviesan la barrera hematoencefálica y se han ligado a un enlentecimiento del declive cognitivo en grandes cohortes.
Ensayos controlados han observado beneficios en ciertos dominios cognitivos y marcadores vasculares en adultos mayores que incorporan nueces regularmente.
Patrones tipo Mediterráneo enriquecidos con AOVE se han asociado a mejor desempeño cognitivo y protección vascular, clave para la memoria.
Flavanoles del cacao pueden aumentar la perfusión cerebral y el rendimiento en tareas de memoria en adultos mayores en ensayos clínicos.
La combinación modula ondas alfa y puede mejorar atención y memoria de trabajo; estudios de neuroimagen muestran cambios en conectividad prefrontal.
Formulaciones biodisponibles de curcumina han mostrado mejoras en memoria y marcadores neuropatológicos en adultos de mediana edad y mayores.
Parte central del patrón MIND, asociado a declive cognitivo más lento; aportan carotenoides y folatos clave para sinapsis.
El magnesio y el zinc participan en la transmisión glutamatérgica y la formación de memoria; la ingesta adecuada se vincula con mejor perfil cognitivo.
La colina es esencial para neurotransmisión de memoria; yema aporta además luteína/zeaxantina, carotenoides asociados a beneficios cognitivos.
Este contenido es educativo y no reemplaza consejo médico individual. Ajusta tu dieta con un profesional si tienes condiciones específicas.
Tip: si quieres profundizar por alimento, abre los enlaces correspondientes y revisa el resumen (“Abstract”) y las conclusiones (“Conclusion”).